Vida a bordo y normas de conducta – Recomendaciones para tus vacaciones singles en barcos de vela.
Lo primero a tener en cuenta es que vamos a convivir varias personas, singles en su mayoría, en un espacio muy reducido, el barco, durante varios días, por lo que el respeto a los demás y la comprensión son fundamentales para el éxito de nuestras vacaciones de crucero con singles. Una buena dosis de alegría, buen humor y ganas de divertirse, ayudará mucho.
Requisito indispensable para nuestra vida a bordo en el velero, son el orden y la limpieza, tanto en el interior (efectos personales en espacios comunes, fregada pendiente de hacer…) como en cubierta (cremas, toallas, cámaras…).
En la cocina prestaremos una atención especial. Utilizaremos cazuelas altas para calentar líquidos, avisaremos al “cocinero” si se aproxima una ola, aunque estemos en una cala tranquila (una moto de agua que pase cerca del barco, puede producir una ola suficiente para derramar lo que estemos cocinando) Nunca dejaremos nada en el fuego sin vigilancia.
En el barco es necesario repartir los trabajos a bordo organizando turnos de cocinar, fregar y limpieza, repartiendo estas labores entre toda la tripulación. A veces, si por ejemplo a uno se le da mal cocinar, se le puede relevar (a nadie nos gusta comer mal) a cambio de fregar los platos o hacer la limpieza.
Tener en cuenta que el patrón está libre de estas tareas, aunque seguramente os ayudará en algunas ocasiones.
Los aseos en los veleros son muy delicados. Hay que tener en cuenta que no se puede tirar por el wc papel, toallitas, compresas, etc pues los atascan. Hay en los aseos papeleras para desecharlos. Hay un dicho marinero que dice "No tires por el wc nada que no te hayas comido"
En las neveras, con las altas temperaturas de verano y el abrirse continuamente para coger bebidas, será necesario, en ocasiones, ayudarlas a mantener la teperatura comprando hielo, que además nos servirá para preparar refrescantes bebidas o copas.
En un barco, siempre antes de zarpar es necesario e indispensable poner el barco “a son de mar” que consiste en poner cada cosa, en su sitio, bien estibada para evitar caídas y roturas, cerrar todos los armarios con sus botones de cierre, cerrar todas los portillos de ventilación para evitar que con los rociones entre agua y nos moje las camas o la ropa, etc. En cubierta todo estará bien sujeto sin utensilios, toallas, cremas, etc que puedan caerse.
No usaremos calzado con suela de goma negra pues ensucian y afean la cubierta y evitaremos subir a bordo con calzado de calle y mucho menos con tacones, que estropean la madera. Es recomendable, sobre todo mientras navegamos, usar calzado náutico, playeras o similares mientras estamos por la cubierta para evitar golpes en los pies, sobre todo al realizar maniobras. En verano, unas wambas son un excelente sustituto a unos zapatos náuticos.
Al volver de la playa, con arena en pies, toallas, cestos… la eliminaremos antes de subir a bordo. Importante hacer esto en la playa antes de subir a la neumática y desde luego antes de subir al barco.
Para mantener la sensación de limpieza y de encontrarnos en un sitio agradable y confortable es necesario poder estar descalzos por el barco cuando nos encontremos fondeados sin que se nos “pegue” la suciedad o la arena en los pies. La arena de playa hace que perdamos esa sensación de limpieza, por lo que debemos mantenerla alejada del barco a toda costa.
Así mismo evitaremos entrar mojados al interior para prevenir posibles resbalones y no estropear la madera y/o la tapicería del velero.
No nos sentaremos con el bañador mojado ni en los asientos, ni en las camas del barco ni andaremos goteando y mojando el suelo del interior del barco.
Si se nos olvidó una toalla, antes de bajar mojados a por ella, pediremos a alguien que esté seco que nos la traiga.
Por la cubierta del barco, especialmente durante la navegación, siempre nos moveremos manteniendo una mano en los guardamancebos o cualquier elemento fijo, como la jarcia, nunca nos sujetaremos de una escota o cualquier otro cabo.
También es importante el orden en cubierta, una ráfaga de viento puede hacer volar nuestras toallas, camisetas… y una ola inoportuna puede ahogar nuestro móvil o nuestra cámara de fotos.
Prestar especial atención a los móviles, que tienen una gran predisposición a mojarse o caerse al agua. Ya dijimos en un artículo anterior que las bolsas estancas son muy útiles para estos casos.
Al usar cremas solares protectoras, y es imprescindible su uso, lo haremos siempre sobre una toalla, pues si no convertiremos la cubierta en una pista de patinaje.
Al bajar a tierra o alejarnos del barco, tendremos en cuenta que la lluvia o una tormenta inesperada puede mojar nuestras camas o equipaje si hemos dejado abiertos los portillos de ventilación.
Al entrar a puerto la cubierta debe estar lo más despejada posible para facilitar las maniobras de amarre. Estaremos muy atentos y seguiremos las instrucciones del patrón.
Está prohibido el consumo de sustancias estupefacientes ilegales a bordo. En caso de que se detecte dicho consumo, podrá ser causa de desembarco sin derecho a devolución del importe del viaje. Correrá de su cuenta los gastos derivados del traslado a su lugar de origen.